Este capítulo de Glee navideño ha sido diferente a todos los
que habíamos visto hasta ahora. El episodio se ha dividido en cinco historias
al estilo de la película Love Actually, como ya decía la entrenadora Sue
Sylvester mientras escribía su diario.
El protagonista de la primera historia ha sido Artie, quien
ha sufrido una dura caída después de escurrirse con su silla de ruedas. El
chico se siente muy desgraciado por tener que estar continuamente atrapado en
esa silla. Me encanta Glee cuando trata temas como estos, es lo que de verdad
engancha al espectador a esta serie.
Ha sido genial ver de nuevo a Rory, el estudiante irlandés
que estuvo en el Glee Club durante algunos episodios y también a la ex mujer de
Will, de cuyo nombre no quiero acordarme y que hizo un favor a la serie
marchándose. Aunque no me importaría verla en algún capítulo que otro. Pero muy
de vez en cuando.
Rory hace de angel de la guarda navideño de Artie, y al
estilo de "Cuento de Navidad" de Charles Dickens le muestra lo que
hubiera pasado si no hubiera tenido su silla de ruedas: no habría Glee Club y
la mayoría de sus miembros irían por ahí haciendo bullying a chicos como Kurt.
Hemos tenido muchos guiños a momentos pasados de la serie,
como el tartamudeo de Tina o el tiempo que estuvo Quinn en una silla de ruedas.
Estos detalles han hecho más grande el capítulo. Y debo decir que Artie ha
resultado ser el que mejor canta en español de todo el Glee Club con ese
"Feliz Navidad".
La segunda historia ha tenido poca chicha la verdad. El protagonista
ha sido Kurt y ha recibido la visita de su padre, que le cuenta que tiene
cáncer de próstata (a este pobre hombre le ha pasado de todo en la serie). Y le
trae como regalo a Blaine, con quien se va a patinar dando la excusa perfecta
para una cancioncita navideña. He de decir que Kurt es que el que menos me
gusta cantando de toda la serie, una voz demasiado aguda para mi gusto. Con
esta historia la trama avanza un poquito y nos enteramos de que Blaine va a
intentar entrar en NYADA, cosa que a Kurt le parece bien. Veremos que tal hace
la audición.
La tercera historia ha estado dominada por los hermanos
Puckerman, quienes han aprovechado para echarse un villancico judío mientras
paseaban por los estudios de Hollywood. Jake descubre que su hermano no está
triunfando en Los Angeles como pretende hacerle creer, así que vuelven a Lima y
consiguen que sus respectivas madres (ellos son hermanos de padre) tengan un
acercamiento y los cuatro pueden pasar la Navidad en familia. (Me ha encantado
ver que la madre de Jake estaba interpretada por la misma actriz que hacía de
Charlie en Friends, quien estuvo saliendo con Ross y con Joey durante varios
capítulos). Vale, lapsus de Friends aparte, Puck decide volver a Ohio, así que
seguro que lo vemos más a menudo por el McKinley acompañando a su hermano
pequeño.
Me declaro fan absoluto de la pareja Sam-Brittany,
protagonistas de la cuarta historia. Ya decía yo que estos dos iban a darnos
grandísimos momentos, y es que no sé con quién me he reído más, con Brittany
repartiendo regalos carísimos por el instituto o con Sam explicando
fervientemente el fin del mundo según los Mayas. Pero la locura de esta pareja
no ha quedado ahí, ¡Se han casado! Bueno, una boda en un gimnasio lleno y con
la entrenadora Beiste como maestra de ceremonias estaba claro que no iba a ser válido,
pero estos dos han demostrado que son una pareja especial en todos los
sentidos. Por cierto, gran actuación la de Sam con "Jingle Bell
Rocks", una de mis canciones navideñas favoritas.
La gran Sue Sylvester ha sido la protagonista de la quinta
historia. Me encanta cuando le dan esos ataques de ira y se pone a insultar sin
control, pero creo que me gusta aún más cuando se pone tierna y tiene detalles
como los que ha tenido en este capítulo. Con la ayuda de Becky ha decidido
hacer de Amigo invisible a lo grande para Marley y su madre, quienes no pasan
por un buen momento económico ahora que tienen que pagar a un médico para que
atienda los desordenes alimenticios de la joven. Ha sido un historia que no ha
necesitado muchos minutos para emocionarnos, y fantástica la interpretación de
Marley de "The First Noel" a capella.
Y como no podía ser de otra forma, este episodio de Navidad
ha acabado con una canción de todo el Glee Club bajo la nieve, tal como se
esperaba Sue. En general no han avanzado mucho las tramas pero no ha sido un
mal capítulo. He echado de menos a Rachel, aunque es cierto que ya tuvo sus
momentazos en el capítulo anterior con canción de Navidad incluida, así que
tampoco hay que abusar.
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