Que grande está siendo esta cuarta temporada de Glee, o al menos lo que llevamos de ella. Si tuviéramos que ponerle nota a esta primera tanda de episodios no bajaría del notable alto. Y es que Ryan Murphy parece haber dado en el clavo a la hora de afrontar esta temporada en lo que a tramas y personajes se refiere.
Por otro lado, tenemos a las nuevas adquisiciones
del Glee Club que se unen a los veteranos que aún no se han graduado. Este es
uno de los grandes aciertos de la temporada. Podemos seguir disfrutando de
nuestros chicos de toda la vida y también podemos seguir a los nuevos en sus
andanzas por el Mckinley. Y es que estos novatos han llegado pisando fuerte. ¿A
quién no le ha enternecido Marley con su ropa de imitación o teniendo que
aguantar las burlas que le hacen a su madre? ¿Quién no ha sentido deseos de
estrangular a Kitty (a.k.a Quinn 2.0) cuando ha engañado a Marley para que se
provocara el vómito con unas tretas dignas de la evil b*tch más grande? Y tenemos también a Jake, humillado por ser
medio blanco medio negro y a Ryder con su dislexia.
El caso es que estos novatos no dejan indiferente a
nadie. Los amas o los odias pero ya se han hecho un hueco en Glee.
Y por otro lado, por supuesto, tenemos a la gran
Rachel Berry acompañada por Kurt Hummel en su nueva vida en la gran manzana.
Esta especie de mini spin off dentro de la serie es otra baza a favor de la
cuarta temporada. La serie ha crecido, ha madurado con estas tramas en Nueva
York. Aquí tenemos a las dos geniales actrices Kate Hudson y Sarah Jessica
Parker, que le dan caché a Glee y ambas con personajes interesantes (algo más
interesante Cassandra July que el personaje de SJP todo hay que decirlo, pero
seguro que iremos conociendo más de esta diseñadora de Vogue).
Mientras en Ohio, Finn, quien abandonó el ejército,
no sabía que iba a ser de su vida hasta que se hizo cargo del Glee Club con el
modo Mister Schuster 2.0 encendido. Por desgracia para Finn, el Glee Club ha
caído en los Sectionals, cosa que no había pasado en toda la historia de la
serie. Mal comienzo para Finn como nuevo mentor del Club, iremos viendo que
pasa.
También en Ohio, los novatos han sufrido sus idas y
venidas amorosas. Tenemos el triángulo Jake-Marley-Ryder aunque parece que Jake
ha terminado decidiéndose por Marley, en esta serie nunca se sabe. También
hemos tenido esa lucha entre Jake y Ryder por Marley, en la que los dos chicos
han acabado siendo amigos y en lo que queda de temporada todavía puede pasar
cualquier cosa con ellos.
Aunque también los veteranos de la serie han tenido
sus tramas amorosas. Todos recordamos ese capitulazo The Break up donde las grandes parejas de la serie rompen o al
menos dejan la incertidumbre de que va a pasar con su relación. Por ahora Will
y Emma se han arreglado, pero los demás no parece que vayan por tan buen
camino, a excepción de Kurt y Blaine que tuvieron un acercamiento en los
últimos capítulos. Lo de Rachel y Finn parece no tener solución por ahora ya
que Finn dejó bastante claras sus intenciones y ella está más interesada ahora
en Brody, a pesar de lo que hizo con la profesora Cassandra (¡Cómo pudiste!).
Por su parte la pareja Santana-Brittany tampoco pasa por su mejor momento, ya
que Santana decidió dejarlo con Brittany y ella no ha tardado en caer en brazos
de ¡Oh sorpresa! ¡Sam Evans! Esta pareja puede darnos muchos buenos momentos,
veremos que va pasando.
¡Y esto es todo lo que te perdiste en Glee! Sé que
me dejo muuuchas cosas sin comentar y hay personajes que ni siquiera he mencionado.
Pero podré profundizar más en cada trama y personaje en las próximas reviews
propias de cada episodio.
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