Las expectativas ante
el estreno de Interstellar eran enormes: la nueva película de Christopher
Nolan, un elenco espectacular en el que se encuentra un Matthew McConaughey en
el punto álgido de su carrera, una historia de ciencia ficción que supera los
límites de la imaginación humana, unos efectos especiales increíbles… Muchos
eran los factores que se reunían en un mismo largometraje y las expectativas
han sido más que satisfechas.
Más de 50 millones de dólares recaudados en Estados Unidos,
dos millones de euros en España y un total de 140 millones en todo el mundo.
Magníficas cifras para una película cuyo presupuesto es de 160 millones y
prácticamente ha cubierto gastos en su primer fin de semana en los cines. La
Paramount estará contenta con los resultados.
Interestellar es la historia de Cooper (McConaughey) que se ve envuelto en la misión
Lazarus, un proyecto de la NASA para salvar nuestro planeta del desastre: unas
tormentas de arena azotan la tierra cubriéndolo todo de polvo y haciendo que
los cultivos mueran. Los científicos se plantean la posibilidad de que la
humanidad escape a otro planeta para poder continuar su vida allí.
Sin entrar en más detalles para no destrozar la trama,
Interstellar es una conmovedora historia de ciencia ficción en la que
encontramos elementos de otras películas como Gravity, 2001: Una odisea en el
espacio e incluso Donnie Darko.
La ciencia y la ficción están más unidas que nunca y es que
Nolan estudió Relatividad en el Califormnia Institute of Technology mientras
escribía el guion durante cuatro años, a lo que hay que sumar la participación
del físico teórico Kip Thorne y de Jonathan Nolan, hermano del director y quien
ya está escribiendo los guiones para una nueva serie de HBO.
Por lo tanto, tenemos los ingredientes necesarios para un guión
férreo en cuanto a Relatividad, viajes en el tiempo y viajes interestelares se
refiere. ¿Sería posible en la realidad lo que ocurre en la película? Esta
pregunta siempre se la han formulado el público después de ver largometrajes de
este tipo. Ya sucedió con Jurassic Park por poner un único ejemplo. ¿Podrían
los dinosaurios volver a la vida si encontramos un mosquito con sangre de estos
animales? ¿Son posibles los viajes en el tiempo y entre diferentes dimensiones?
Quizá sí y quizá no. Por eso este género se llama ciencia ficción, porque está
entre los dos mundos.
Volviendo a la historia de Interstellar, hay que decir que
no cuenta nada nuevo que no se haya visto en otras películas. La relación entre
un padre y sus hijos, viajes por el espacio, naves, planetas, robots... Está todo
contando, (a estas alturas qué no lo está). Sin embargo, Nolan sabe como nadie
añadir su toque de genio y convertir en magia algo ya visto.
Interstellar te absorbe completamente, con su fotografía,
sus efectos especiales, su impresionante Banda Sonora de Hans Zimmer... Todos los
elementos están perfectamente equilibrados para que el espectador se sumerja en
el mundo que ofrece Christopher Nolan y se deje llevar acompañado de unos
personajes con los que empatizas rápidamente, aunque claro está que el mérito está en
los actores que encarnan a estos personajes.
Tenemos a un Mathew McConaughey muy destacable que no se
llevará su segundo Oscar consecutivo por esta interpretación, aun así está
fantástico y ojo a la escena en la que ve los videos de sus hijos. Soberbio.
También tenemos a una Jessica Chanstain estupenda a la que
nos hubiera gustado ver más minutos en pantalla y a Anne Hathaway que no destaca excesivamente
pero que hace un gran papel.
Por lo demás, unos efectos especiales espectaculares, una
BSO maravillosa y unos secundarios de lujo para una película muy entretenida en
sus casi tres horas de duración, en los que hay ciertos momentos más lentos
pero que para nada ensombrecen el ritmo rápido e intenso del filme.
Interstellar ya está diviendo tanto a la crítica como a los
espectadores. Dejando a un lado si eres fan absoluto de Nolan o si todas sus
películas te parecen un coñazo, hay que reconocer que su última película es
bastante espectacular y que el director sigue con su genialidad a la hora de
escribir y dirigir largometrajes.