miércoles, 12 de noviembre de 2014

Crítica de Interstellar



Las  expectativas ante el estreno de Interstellar eran enormes: la nueva película de Christopher Nolan, un elenco espectacular en el que se encuentra un Matthew McConaughey en el punto álgido de su carrera, una historia de ciencia ficción que supera los límites de la imaginación humana, unos efectos especiales increíbles… Muchos eran los factores que se reunían en un mismo largometraje y las expectativas han sido más que satisfechas.

Más de 50 millones de dólares recaudados en Estados Unidos, dos millones de euros en España y un total de 140 millones en todo el mundo. Magníficas cifras para una película cuyo presupuesto es de 160 millones y prácticamente ha cubierto gastos en su primer fin de semana en los cines. La Paramount estará contenta con los resultados.

Interestellar es la historia de Cooper  (McConaughey) que se ve envuelto en la misión Lazarus, un proyecto de la NASA para salvar nuestro planeta del desastre: unas tormentas de arena azotan la tierra cubriéndolo todo de polvo y haciendo que los cultivos mueran. Los científicos se plantean la posibilidad de que la humanidad escape a otro planeta para poder continuar su vida allí.

Sin entrar en más detalles para no destrozar la trama, Interstellar es una conmovedora historia de ciencia ficción en la que encontramos elementos de otras películas como Gravity, 2001: Una odisea en el espacio e incluso Donnie Darko.

La ciencia y la ficción están más unidas que nunca y es que Nolan estudió Relatividad en el Califormnia Institute of Technology mientras escribía el guion durante cuatro años, a lo que hay que sumar la participación del físico teórico Kip Thorne y de Jonathan Nolan, hermano del director y quien ya está escribiendo los guiones para una nueva serie de HBO.

Por lo tanto, tenemos los ingredientes necesarios para un guión férreo en cuanto a Relatividad, viajes en el tiempo y viajes interestelares se refiere. ¿Sería posible en la realidad lo que ocurre en la película? Esta pregunta siempre se la han formulado el público después de ver largometrajes de este tipo. Ya sucedió con Jurassic Park por poner un único ejemplo. ¿Podrían los dinosaurios volver a la vida si encontramos un mosquito con sangre de estos animales? ¿Son posibles los viajes en el tiempo y entre diferentes dimensiones? Quizá sí y quizá no. Por eso este género se llama ciencia ficción, porque está entre los dos mundos.



Volviendo a la historia de Interstellar, hay que decir que no cuenta nada nuevo que no se haya visto en otras películas. La relación entre un padre y sus hijos, viajes por el espacio, naves, planetas, robots... Está todo contando, (a estas alturas qué no lo está). Sin embargo, Nolan sabe como nadie añadir su toque de genio y convertir en magia algo ya visto.

Interstellar te absorbe completamente, con su fotografía, sus efectos especiales, su impresionante Banda Sonora de Hans Zimmer... Todos los elementos están perfectamente equilibrados para que el espectador se sumerja en el mundo que ofrece Christopher Nolan y se deje llevar acompañado de unos personajes con los que empatizas rápidamente, aunque claro está que el mérito está en los actores que encarnan a estos personajes.

Tenemos a un Mathew McConaughey muy destacable que no se llevará su segundo Oscar consecutivo por esta interpretación, aun así está fantástico y ojo a la escena en la que ve los videos de sus hijos. Soberbio.

También tenemos a una Jessica Chanstain estupenda a la que nos hubiera gustado ver más minutos en pantalla y  a Anne Hathaway que no destaca excesivamente pero que hace un gran papel.

Por lo demás, unos efectos especiales espectaculares, una BSO maravillosa y unos secundarios de lujo para una película muy entretenida en sus casi tres horas de duración, en los que hay ciertos momentos más lentos pero que para nada ensombrecen el ritmo rápido e intenso del filme.




Interstellar ya está diviendo tanto a la crítica como a los espectadores. Dejando a un lado si eres fan absoluto de Nolan o si todas sus películas te parecen un coñazo, hay que reconocer que su última película es bastante espectacular y que el director sigue con su genialidad a la hora de escribir y dirigir largometrajes.